Cuando la carrera profesional se detiene, pero tú no

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Cuando la carrera profesional se detiene, pero tú no Cuando la carrera profesional se detiene, pero tú no

El viaje que empieza cuando ya lo habías conseguido todo… y no era suficiente

Cuando la carrera profesional se detiene, pero tú no

 

Has alcanzado una posición de responsabilidad, cumples objetivos..., pero algo no encaja. La sensación de estancamiento crece, silenciosa. No es falta de esfuerzo, es otra cosa. Así comienza en ocasiones, y sin saberlo, el viaje más importante: el de volver a elegir.

Pongamos el caso de María, 42 años, que lidera un equipo comercial desde hace casi una década. Hace tiempo que dejó de sentirse inspirada, pero no se atreve a cambiar: “Con todo lo que he construido, ¿y si lo pierdo?”. Como ella, hasta un 70% de los empleados no se sienten comprometidos en la empresa, y hasta un 50% declaran pensar en cambiar de trabajo, según un informe de Gallup de este año.

Estamos hablando de miles de profesionales que siguen adelante por inercia, sin saber que hay otro modo de moverse: no huyendo, sino eligiendo de nuevo.

Y es que hoy la conversación sobre la carrera profesional no se limita exclusivamente a la de los jóvenes que empiezan. También hablamos de quienes sienten que han llegado lejos, pero no están donde querrían, aquellos que han hecho bien muchas cosas, pero se preguntan si lo que les trajo hasta aquí les sirve para avanzar.

Se trata de profesionales que sienten que algo se ha frenado, que no avanzan, sin saber muy bien por qué. Y eso duele. Porque no es solo una cuestión profesional: muchas veces equiparan su posición –el puesto que ocupan, el presupuesto que gestionan, el proyecto que lideran– con lo que valen como personas. Y si gran parte de su tiempo lo dedican al trabajo…, el impacto es profundo.

La frustración, la ansiedad o el enfado son habituales. Lo que inicialmente fue ambición sana se transforma en una comparación constante entre lo que deberían haber conseguido y lo que tienen. Esa diferencia se convierte en una mochila invisible, pero muy pesada.

No se trata solo de decidir a qué quieren dedicarse a partir de ahora. También temen lo que vendrá: lo desconocido, la velocidad del cambio, el miedo a no estar a la altura. Es un viaje incierto, sí. Pero también una oportunidad. Joseph Campbell lo describe en su libro El héroe de las mil caras.

 

¿Cómo acabar con la sensación de estancamiento?

No hay fórmulas mágicas, pero sí pistas que pueden ayudarte a transformar esta crisis en crecimiento:

Cambia la emoción para cambiar la acción. Reconecta con lo que te da energía: música, deporte, lectura, amigos. Sé consciente de lo que vales y honra tu recorrido, incluidos los errores.

Conócete mejor. Revisa tus fortalezas, pide feedback a tu entorno: compañeros, mánager, personas que te aprecian y conocen. ¿Qué valoran de ti? ¿Qué puedes potenciar?

Cambia el foco. Es fácil caer en la queja y el reproche. Normal. Pero en algún momento toca aceptar lo que hay y empezar a actuar.

Elige quién quieres ser. Tal vez puedas adaptarte a tu contexto. O tal vez debas cambiarlo. En ambos casos, tú decides.

Haz el trabajo interior. La transformación empieza desde dentro. Gestiona el cambio que quieres ver en tu vida.

Trabaja tu marca personal. Gana claridad y compártela. La coherencia entre lo que eres, lo que haces y cómo lo comunicas marca la diferencia.

Aprende, crea, innova. No te estanques. Sigue creciendo. Busca espacios de aprendizaje.

Rodéate de aliados. No estás solo. Busca personas que te inspiren. Coaches y mentores te ayudarán a reconectar con tu potencial y a iniciar conversaciones que abran posibilidades. Cada vez más profesionales eligen esta opción.

Y, sobre todo, disfruta del camino. Como escribió Kavafis en su poema Ítaca, “pide que el camino sea largo, lleno de aventuras, lleno de experiencias”.

Así, lo que parece una crisis profesional puede acabar siendo una llamada al cambio; no para volver a ser quienes éramos antes, sino para ser una versión más libre y consciente.

Porque el cambio no siempre significa irse: a veces es quedarse, pero desde otro lugar. Y porque no hay un único destino, pero sí una forma de viajar que lo cambia todo: con intención, aprendizaje y propósito.

Cuando la carrera profesional se detiene, pero tú no

Juan Luis Ayuso

Director de Desarrollo Corporativo en Escuela Europea de Coaching (EEC) ·